Los
protagonistas de la novela histórica del siglo VIII, “Viento de furioso empuje”
(a la venta en Amazon), hacen su entrada en la ciudad de Tiro, una urbe
multicentenaria que llegó a ser el poder dominante en toda Fenicia y que
dispuso de numerosos recursos marinos para expandir su dominio por gran parte
del Mediterráneo, donde creo numerosas colonias. La ciudad, venida a menos,
sobrevive como buenamente puede tras la ocupación árabe.
Capítulo
VII. Tiro
Apenas quedaba
una hora para que se cerrasen las puertas de la ciudad de Tiro. Las negruras de
la noche, desconsoladas a perpetuidad ante el perdido esplendor de la urbe, no
tardarían en deambular entre sus calles angostas y milenarias. A esas sombras
se unirían, a modo de consortes nocturnos, el cendal de la bruma marina
impregnándolo todo de gris, los olores del salitre y el alquitrán de calafate y
ciertos ecos que el mar, como realces sonoros de toda ciudad portuaria, hace
llegar hasta sus calles aledañas mediante el frémito del oleaje rompiente en la
escollera o el clamor que las gaviotas corean para atraerse y que a veces se confunde
con el llanto de un niño de pecho.
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