Me valgo hoy del
capítulo XXIV de la novela “Viento de furioso empuje” (a la venta en Amazon) para
comentar el anuncio de Tariq respecto a una posible fecha del cruce del
estrecho, laboriosa singladura efectuada mediante cuatro galeras cedidas por el
conde Julián y realizada en un ir y venir inevitable entre Alcázarseguer (África)
y Carteia (Cádiz). Se inicia así la invasión de Hispania por los musulmanes.
Capítulo XXIV. La intriga
Entre los habituales ventarrones
del estrecho gaditano, como incitando a la hueste musulmana a servirse del mar,
la naturaleza ofrecía amplios períodos de brisas o calmas mañaneras. Habíase
cumplido ya, además, el plazo concedido por el emir Musa para el reclutamiento
y la preparación del áscar rifeño. El valí, al considerar ambas
circunstancias, creyó llegado el momento de insinuar una fecha para embarcar
hacia Hispania; fecha que debería ser fijada con mayor exactitud en su
momento, que la última palabra en el cruce del estrecho correspondía siempre
al grado de irritación de Eolo, dios del viento.
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